Salir a tomar un café, ya sea con amigos, entre reuniones o por el mero hecho de disfrutar un momento de paz es una costumbre habitual en la vida ajetreada de la ciudad. Valeria Rodríguez Parda, la coffee marketing manager de Nestlé Argentina, aseguró en 2018 que el consumo de café en la Argentina es de 207 tasas per cápita por año y en los últimos 10 años el consumo en tasas creció 22%. "Se calcula que cada argentino toma una taza de café cada dos días".
Para muchos argentinos es un "infaltable" para arrancar el día y llevar a cabo sus tareas diarias. Sin embargo, a la hora de tomar un café no solo importa la infusión, sino la construcción de un momento. Por esta razón, te dejo un mapa con 93 bares notables en diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires.
Inside my mind.
Meterse en la cabeza de la gente no es fácil. Es algo que siempre quise y nunca pude hacer. Con este blog abro mi cabeza para librar todo aquello que gobierna mi interior. Libero las fuerzas que dominan mi alma.
lunes, 27 de mayo de 2019
lunes, 6 de agosto de 2018
Genética.
Nos define. Corre por nuestra sangre y la moldea. Nuestras células evolucionan en base a su estructura. Somos como somos por la genética. No la elegimos, pero nos acompaña para siempre. Nos marca, nos da forma.
La astrología también es genética. Las estrellas alinearon su energía de una manera particular en el momento en que nacimos. Y esa alineación también nos acompaña de por vida. Esa energía va fluctuando con el paso del tiempo, nos construye y deconstruye constantemente.
Somos energía. Somos una conjunción de puntos microscópicos vibrando en la misma sintonía. Nacimos con una predisposición que no elegimos, pero elegimos todo lo que somos. Porque nacemos limitados, pero somos libres dentro de nuestros límites. Porque al fin y al cabo, como escribió Eduardo Galeano, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
viernes, 15 de junio de 2018
Oportunidades
La gente va y viene. Los caminos se abren y se cierran. Las oportunidades también. Algunas se presentan más nítidas y vibrantes que otras, pero siempre hay puertas por abrirse. Muchas veces caminamos cerca de ellas sin darnos cuenta, porque estamos tan concentrados en pequeñeces sin sentido que nos olvidamos de las cosas importantes.
Muchos caminos tienen rumbos sinuosos, con finales desconocidos, ocultos. Y tal vez será que la vida en sí misma es una conjunción de caminos, de oportunidades, de puertas sin abrir. Tal vez será que pasamos mucho tiempo sin prestar atención a la tierra que se encuentra debajo de nuestros pies. Despegamos la mirada de nuestro sostén y nos aislamos. Nos aislamos de nuestra base, de nuestra raíz. Porque tal vez, solo tal vez, las oportunidades se materializan en caminos y nuestra única chance de tomarlas es mirar, aunque sea por un segundo, la tierra debajo de nuestros pies.
martes, 29 de mayo de 2018
Ella
La carne me escuece y la herida no sana,
La llama se aviva pero el fuego se apaga.
Cada vez que te pienso te olvido,
Cada recuerdo es un pequeño vacío.
Sos lo que fuiste y serás lo que sos,
Un poco de polvo en un rincón,
Un arcoíris blanco y negro,
Una cebra multicolor.
Sos lo que fuiste y serás lo que sos,
Una mera fotografía,
Una simple sonrisa,
Un universo de amor.
La llama se aviva pero el fuego se apaga.
Cada vez que te pienso te olvido,
Cada recuerdo es un pequeño vacío.
Sos lo que fuiste y serás lo que sos,
Un poco de polvo en un rincón,
Un arcoíris blanco y negro,
Una cebra multicolor.
Sos lo que fuiste y serás lo que sos,
Una mera fotografía,
Una simple sonrisa,
Un universo de amor.
martes, 22 de mayo de 2018
Lo único que recuerdo, es que hacía mucho frío
Era hielo puro. Blanco, celeste, en algunas partes ligeramente azul. Estaba inmaculado ahí, con la única compañía del agua a su alrededor. Un espejo que reflejaba su interior.
Se escuchaba el viento, que aunque no puede verse, todos los sentimos. Porque las cosas mágicas no se perciben con los ojos sino con el alma. Porque aunque el frío me helara los dedos y vapor saliera de mi boca, me sentía más en casa que nunca. Porque estar en casa no implica una locación física, sino una espiritual.
De pronto el espejo se rompió. Un pedazo de agua congelada quebró el hechizo. Todos escuchamos el "crack". Pero seguimos ahí, observando estáticos como el glaciar perdía una parte, como la vida seguía, los minutos corrían. Pero esa imponente masa de hielo se mantenía firme como si nada hubiera pasado.
Observé como el agua se calmaba, como absorbía la pérdida. Nosotros somos ese espejo alrededor del glaciar. Reflejamos aquello que sucede en el exterior, incorporamos los golpes que la vida nos da y los hacemos nuestros. Y una vez que el impacto se suaviza, volvemos a la calma.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
