La astrología también es genética. Las estrellas alinearon su energía de una manera particular en el momento en que nacimos. Y esa alineación también nos acompaña de por vida. Esa energía va fluctuando con el paso del tiempo, nos construye y deconstruye constantemente.
Somos energía. Somos una conjunción de puntos microscópicos vibrando en la misma sintonía. Nacimos con una predisposición que no elegimos, pero elegimos todo lo que somos. Porque nacemos limitados, pero somos libres dentro de nuestros límites. Porque al fin y al cabo, como escribió Eduardo Galeano, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
